Confía en el Señor

Hace unos días mi esposo y yo decidimos viajar a una ciudad algo retirada de donde vivimos, en particular yo era la que quería visitar un museo muy representativo de allí y el centro histórico de la ciudad, pudimos visitar el museo, pero el centro histórico no. Acabando de llegar al lugar un oficial de transito nos infracciono por que mi esposo condujo en una calle que estaba “cerrada”, lo que nos molesto es que no tenia señalizaciones o un cono  de seguridad o un cerco que indicara que no era transitable, nos pareció injusto, sin embargo pagamos la multa que era arriba de 100 dólares.

Debido a ese incidente decidimos irnos de ese lugar. A mí en particular me molesto demasiado aquella injusticia, en especial porque no había algo o alguien que nos advirtiera que en esa calle no se debía pasar, esa noche nos quedamos en un pueblito cerca de la ciudad en donde vivimos, el viaje no había sido lo que habíamos planeado, estábamos cansados y en especial yo estaba triste de no poder haber ayudado a que mi esposo se librarse de esa infracción. Y es que sentía que era la gota que derramaba el vaso con agua de una serie de acontecimientos difíciles en mi vida.

Ahí tendida en la cama sin más que decir ore al Señor, le dije lo triste que estaba, cuanto lo necesitaba y que ya no podía más, son de esas ocasiones en las que sabes que estas necesitada de Él, y aunque siempre debemos de estar presurosas en su auxilio, hay ocasiones en las que en la vida pasas por baches y sientes que es uno tras otro, decepciones, aflicciones o pruebas que hacen menguar tu fe. Pero es ahí en donde recurrir al Señor y a sus brazos pueden traerte paz y descanso. Y así fue, al otro día pudimos ir a unas cascadas cerca del lugar y disfrutar de un paisaje increíble, yo sentía paz en mi corazón y sabia que por algo Dios estaba permitiendo todas esas situaciones en mi vida, es verdad que algunas puertas seguían cerradas, pero Dios ha estado abriendo otras.

En ocasiones nos empeñamos en querer ir por un camino, pero Dios esta poniendo todas las señalizaciones viales para transitar por otro. Él sabe el por que estamos pasando por estas circunstancias.  Dios no esta ajeno a tu vida ni a lo que estas pasando, el es Dios todopoderoso, bueno, santo y perfecto, nosotros somos los imperfectos que menguamos en fe, que en ocasiones no vemos el camino correcto.

Cada día necesitamos de su ayuda, pero también debemos de tener confianza en Él. Mi navegador puede fallar al no tener internet o no indicarme que una calle no es transitable, mi esposo puede lastimarme con una actitud, mis amistades pueden traicionarme o hablar a mis espaldas, pero Dios no, el siempre me va a dar lo mejor, en el tiempo de Él, no en el mío, y su tiempo mi querida lectora es perfecto. Debemos que aprender a recurrir al Señor con confianza y fe, sabiendo que Él esta con nosotros.  

Publicado por Lourdes Leticia Leines

Me encanta escribir y aprender más de la palabra de Dios Salva solo por gracia

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